domingo, 27 de mayo de 2012

LA FECUNDACIÓN IN VITRO LA POSICIÓN DE LA IGLESIA FUNDAMENTADA

Respecto a la transmisión de otras formas de vida en el universo, la comunicación de la vida humana posee una originalidad propia, derivada de la originalidad misma de la persona humana. "Y como la vida humana se propaga a otros hombres de una manera consciente y responsable, se sigue de aquí que esta propagación debe verificarse de acuerdo con las leyes sacrosantas, inmutables e inviolables de Dios, las cuales han de ser conocidas y respetadas por todos. Nadie, pues, puede lícitamente usar en esta materia los medios o procedimientos que es lícito emplear en la genética de las plantas o de los animales"[15] .

"Los progresos de la técnica hacen posible en la actualidad una procreación sin unión sexual, mediante el encuentro in vitro de células germinales extraídas previamente del varón y de la mujer. Pero lo que es técnicamente posible no es, por esa sola razón, moralmente admisible. La reflexión racional sobre los valores fundamentales de la vida y de la procreación humana, es indispensable para formular un juicio moral acerca de las intervenciones técnicas sobre el ser humano ya desde sus primeros estadios de desarrollo." DONUM VITAE Criterios fundamentales para un juicio moral (4)

[15] Juan XXIII, enc. Mater et magistra, III: AAS 53 (1961), 447

domingo, 20 de mayo de 2012

VATICANO CONVOCA A PRESENTAR MÁS DE UN MILLÓN DE FIRMAS CON PETICIÓN A UNIÓN EUROPEA EN DEFENSA DE LA VIDA DESDE LA CONCEPCIÓN

Ha sido presentada a la Unión Europea la solicitud de poder proceder a la recogida de las adhesiones necesarias, para que el reconocimiento de la dignidad humana y el derecho a la vida de cada ser humano desde su concepción sea tratado en las instituciones europeas en un debate adecuado. La solicitud se aceptó el pasado 11 de mayo, teniendo tiempo hasta el 11 de mayo de 2013 para reunir las adhesiones necesarias, es decir al menos un millón de ciudadanos de siete estados europeos.
Es una importante ocasión para suscitar un nuevo y verdadero despertar de los pueblos europeos. El objetivo de los organizadores de la iniciativa es superar ampliamente el millón de adhesiones y de hacer participar a todos los veintisiete estados europeos, que no sólo ven en ello una necesidad sino una urgencia. Se quiere acompañar la recogida de adhesiones en todos los países de la Unión Europea con numerosas actividades educativas y culturales, que se distinguen por la unidad y la colaboración de todas las asociaciones y movimientos del área cristiana, por una unidad de intentos que sean tan fuertes y visibles que sugiera un diálogo sincero y constructivo con todos los hombres.
La Unión Europea no puede cambiar las leyes de los estados en materias que conciernen la vida naciente, pero sí puede tener una actitud coherente con el principio de la misma dignidad de cada ser humano desde la concepción en todas las actividades que ella desarrolla en modo directo (investigación científica, ayuda al desarrollo, sanidad).
Los promotores de la iniciativa han constituido para la recogida de las adhesiones un comité organizador con 41 representantes de 21 movimientos para la vida, que pertenecen a 20 naciones europeas, pero consideran indispensable la “movilización general” de todo el pueblo de la vida, solicitada por Juan Pablo II en la encíclica Evangelium Vitae (N. 95). Una verdadera renovación civil y moral en este momento de crisis, de desconfianza y resignación puede comenzar dando una “gran voz” a quien no tiene voz.
En este amplio contexto, el Movimiento por la Vida italiano ha promovido un evento en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, en el que colaboran el Camino Neocatecumenal y numerosos movimientos eclesiales y asociaciones, entre los que se encuentran Comunión y Liberación, el Movimiento de los Focolares, la Acción Católica, el Fórum de las Asociaciones Familiares, la Comunidad Papa Juan XXIII, la Renovación en el Espíritu Santo. El evento, que se titula “Uno de nosotros”, tendrá lugar en la mañana del 20 de mayo, desde las 9.00 hasta las 13.30 horas y que será dirigido por la presentadora Lorena Bianchetti. Habrá una transmisión desde la plaza de San Pedro a las 12 del mediodía para el rezo del Regina Coeli con el Santo Padre. Participarán el coro “Le verdi note” del Antoniano de Bolonia, el grupo folklórico de Nomadelfia y la periodista y escritora Costanza Miriano. Introducirá el encuentro el honorable Carlo Casini y las conclusiones estarán a cargo de S. Em. el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia.

viernes, 18 de mayo de 2012

Llamado del Vaticano a defender la Vida Humana desde la razón. Argumentos que tenemos que saber.


TAMBIÉN A LA LUZ DE LA RAZÓN

El Vaticano anima a los católicos a defender la vida humana desde la razón y aunar esfuerzos con todos los que defienden la cultura de la vida más allá de su creencias.
El respeto a la vida humana no es algo que se impone a los cristianos solamente; basta la razón para exigirlo, basándose en el análisis de lo que es y debe ser una persona. Constituido por una naturaleza racional, el hombre es un sujeto personal, capaz de reflexionar por sí mismo, de decidir acerca de sus actos y, por tanto, de su propio destino. Es libre; por consiguiente es dueño de sí mismo, o mejor, puesto que se realiza en el tiempo, tiene capacidad para serlo, ésa es su tarea.

Creada inmediatamente por Dios, su alma es espiritual y, por ende, inmortal. Está abierto a Dios y solamente en él encontrará su realización completa. Pero vive en la comunidad de sus semejantes, se enriquece en la comunión interpersonal con ellos, dentro del indispensable medio ambiente social. De cara a la sociedad y a los demás hombres, cada persona humana se posee a sí misma, posee su vida, sus diversos bienes, a manera de derecho; esto lo exige de todos, en relación con ella, la estricta justicia.

Sin embargo, la vida temporal vivida en este mundo no se identifica con la persona; ésta tiene en propiedad un nivel de vida más profundo que no puede acabarse. La vida corporal es un bien fundamental, condición para todos los demás aquí abajo; pero existen valores más altos, por los cuales podrá ser lícito y aun necesario exponerse al peligro de perderlas. En una sociedad de personas, el bien común es para cada persona un fin al que ella debe servir, al que sabrá subordinar su interés particular. Pero no es su fin último; en este sentido es la sociedad la que está al servicio de la persona, porque ésta no alcanzará su destino más que en Dios. Ella no puede ser subordinada definitivamente sino a Dios. No se podrá tratar nunca a un hombre como simple medio del que se dispone para conseguir un fin más alto.

Sobre los derechos y los deberes recíprocos de la persona y de la sociedad, incumbe a la moral iluminar las conciencias; al derecho, precisar y organizar las prestaciones. Ahora bien, hay precisamente un conjunto de derechos que la sociedad no puede conceder porque son anteriores a ella, pero que tiene la misión de preservar y hacer valer: tales son la mayor parte de los llamados hoy día "derechos del hombre", y de cuya formulación se gloría nuestra época.

El primer derecho de una persona humana es su vida. Ella tiene otros bienes y algunos de ellos son más preciosos; pero aquél es el fundamental, condición para todos los demás. Por esto debe ser protegido más que ningún otro. No pertenece a la sociedad ni a la autoridad pública, sea cual fuere su forma, reconocer este derecho a uno y no reconocerlo a otros: toda discriminación es inicua, ya se funde sobre la raza, ya sobre el sexo, el color o la religión. No es el reconocimiento por parte de otros lo que constituye este derecho; es algo anterior; exige ser reconocido y es absolutamente injusto rechazarlo.

Una discriminación fundada sobre los diversos períodos de la vida no se justifica más que otra discriminación cualquiera. El derecho a la vida permanece íntegro en un anciano, por muy reducido de capacidad que esté; un enfermo incurable no lo ha perdido. No es menos legítimo en un niño que acaba de nacer que en un hombre maduro. En realidad el respeto a la vida humana se impone desde que comienza el proceso de la generación. Desde el momento de la fecundación del óvulo, queda inaugurada una vida que no es ni la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. No llegará a ser nunca humano si no lo es ya entonces.

A esta evidencia de siempre -totalmente independiente de las disputas sobre el momento de la animación(19)-, la ciencia genética moderna aporta preciosas confirmaciones. Ella ha demostrado que desde el primer instante queda fijado el programa de lo que será este ser viviente: un hombre, individual, con sus notas características ya bien determinadas. Con la fecundación ha comenzado la aventura de una vida humana, cada una de cuyas grandes capacidades exige tiempo, un largo tiempo, para ponerse a punto y estar en condiciones de actuar. Lo menos que se puede decir es que la ciencia actual, en su estado más evolucionado, no da ningún apoyo sustancial a los defensores del aborto. Por lo demás, no es incumbencia de las ciencias biológicas dar un juicio decisivo acerca de cuestiones propiamente filosóficas y morales, como son la del momento en que se constituye la persona humana y la legitimidad del aborto. Ahora bien, desde el punto de vista moral, esto es cierto: aunque hubiese duda sobre la cuestión de si el fruto de la concepción es ya una persona humana, es objetivamente un pecado grave el atreverse a afrontar el riesgo de un homicidio. "Es ya un hombre aquel que está en camino de serlo"(20) .

viernes, 4 de mayo de 2012

S.S. Benedicto XVI a una madre con hijo en estado vegetativo

--La segunda pregunta nos pone delante de un calvario, porque se trata de una madre que está junto a la cruz de un hijo. Es italiana, se llama María Teresa y le pregunta: "Santidad, el alma de mi hijo, Francesco, en estado vegetativo desde el día de Pascua del 2009, ¿ha abandonado su cuerpo, dado que está totalmente inconsciente, o está todavía en él?

--Benedicto XVI: Ciertamente el alma está todavía presente en el cuerpo. La situación es algo así como la de una guitarra que tiene las cuerdas rotas y que no se puede tocar. Así también el instrumento del cuerpo es frágil, vulnerable, y el alma no puede "tocar", por decirlo en algún modo, pero sigue presente. Estoy también seguro de que este alma escondida siente en profundidad vuestro amor, a pesar de que no comprende los detalles, las palabras, etc., pero siente la presencia del amor. Y por esto vuestra presencia, queridos padres, querida mamá, junto a él, horas y horas cada día, es un verdadero acto de amor muy valioso, porque esta presencia entra en la profundidad de esta alma escondida y vuestro acto es un testimonio de fe en Dios, de fe en el hombre, de fe, digamos de compromiso a favor de la vida, de respeto por la vida humana, incluso en las situaciones más trágicas. Por esto os animo a proseguir, sabiendo que hacéis un gran servicio a la humanidad con este signo de confianza, con este signo de respeto de la vida, con este amor por un cuerpo lacerado, un alma que sufre.