domingo, 26 de febrero de 2012

Declaración sobre el Aborto Provocado. Congregación para la Doctrina de la Fe :: ACI Prensa

Declaración sobre el Aborto Provocado. Congregación para la Doctrina de la Fe :: ACI Prensa

¿La doctrina de la Iglesia sobre las prácticas abortistas, niños de proveta, píldora del día después obligan en conciencia al católico tanto sacerdote como laico?

Transcribimos los párrafo 3 y 4 de la "Declaración sobre el Aborto Provocado de la Congregación para la Doctrina de la Fe", cuya claridad no deja lugar a duda.

"3. Numerosos seglares cristianos, especialmente médicos, pero también asociaciones de padres y madres de familia, hombres políticos o personalidades que ocupan puestos de responsabilidad, han reaccionado vigorosamente contra esta campaña de opinión. Pero, sobre todo, muchas conferencias episcopales y obispos por cuenta propia han creído oportuno recordar, sin ambigüedades, la doctrina tradicional de la Iglesia (1) . Estos documentos cuya convergencia es impresionante ponen admirablemente de relieve la actitud a la vez humana y cristiana del respeto a la vida. Ha ocurrido, sin embargo, que varios de entre ellos han encontrado aquí o allá reserva o incluso contestación.

4. Encargada de promover y defender la fe y la moral en la Iglesia universal (2) , la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe se propone recordar estas enseñanzas, en sus líneas esenciales, a todos los fieles. De este modo, al poner de manifiesto la unidad de la Iglesia, confirmará con la autoridad propia de la Santa Sede lo que los obispos han emprendido felizmente. Ella cuenta con que todos los fieles, incluso los que hayan quedado desconcertados con las controversias y opiniones nuevas, comprenderán que no se trata de oponer una opinión a otra, sino de trasmitir una enseñanza constante del Magisterio supremo, que expone la norma de la moralidad a la luz de la fe (3) . Es, pues, claro que esta declaración no puede por menos de obligar gravemente a las conciencias cristianas (4) . Dios quiera iluminar también a todos los hombres que con corazón sincero tratan de "realizar la verdad" (Jn. 3, 21)."

domingo, 19 de febrero de 2012

 El Aborto con píldora también es un crímen
Comisión permanente Conferencia Episcopal Española

Presentación
La práctica del aborto voluntario es, como dice el Concilio Vaticano II, un —crimen abominable“1. Algunos, en cambio, han llegado hoy a pensar que abortar es un derecho. Es muy preocupante esta confusión del bien y el mal. Todos somos pecadores y hemos de acogernos a la misericordia de Dios. Pero es particularmente grave que no sepa­mos distinguir entre lo que nos hace virtuosos y lo que nos hace injustos.
La Iglesia no quiere dejar de alzar su voz para desenmascarar el mal y para defender los verdaderos derechos del hombre, en particular el derecho a la vida. No decimos hoy nada sustancialmente nuevo sobre el aborto. Recordamos la doctrina de siempre aplicándola a ciertos fármacos abortivos que podrían camuflar todavía más la tragedia moral del aborto.
I. Una proposición contra la vida
1.    La Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad el 26 de noviembre de 1997 una Proposición no de Ley que insta al Gobierno a facilitar en determinadas condiciones la utilización del fármaco RU-486. Con el debido respeto a nuestros representantes políticos, tenemos la obligación de denunciar esta decisión. Resulta incomprensible que una Comisión de Sanidad haga propuestas gravemente lesivas de la vida humana. La píldora RU­486 no se utiliza para curar ninguna enfermedad. Su finalidad es eliminar vidas humanas inocentes en las primeras semanas de su existencia. Es un fármaco abortivo.
2.    Esperamos, pues, que el Gobierno no tome ninguna medida que contribuya todavía más al deterioro del aprecio y respeto a la vida humana que ya padece nuestra sociedad. Regular el uso de la RU-486 sería dar otro paso en la abdi­cación de la gravísima obligación que incumbe al Estado de proteger el derecho fundamental a la vida frente a quienes violan la ley natural y divina que prohibe matar. Hay que recordar que —los gobernantes tienen como deber principal (...) mantener eficazmente la integridad de los derechos de todos y restablecerla en caso de haber sido violada.“ 2

II. El aborto químico es tan inmoral como el quirúrgico
3. En todo caso, queremos recordar que el recurso a un fármaco abortivo, como la píldora RU-486, es tan inmoral co­mo el recurso al aborto por medios quirúrgicos. Cambia el modo en el que se ejecuta la acción, pero el objeto moral de la misma es, en ambos casos, idéntico: la eliminación de una vida humana inocente. El crimen no se perpetra con arma blanca, pero sí por medio de una química letal.
III. Problemas éticos propios de la píldora abortiva
1.    La píldora abortiva, aunque no esté exenta de riesgos, incluso graves, para la salud de la madre, permite que el aborto sea ejecutado de un modo menos traumático y más discreto. Es verdad que la RU-486 podría ahorrar ciertas in­comodidades, pero en modo alguno evitaría el mal moral del aborto. Al contrario, las circunstancias más favorables, que parecen facilitar las cosas, traen consigo nuevos problemas éticos que es necesario tener en cuenta.
2.    Al resultar más sencillo el procedimiento, podría acentuarse la falsa impresión, por desgracia ya bastante difundida, de que el aborto es un —asunto privado“ que concierne en exclusiva a la madre y, sólo muy secundariamente, a las per­sonas y facultativos que la asistan. Pero no se debe olvidar que también el padre, la sociedad entera y, sobre todo, el
ser humano víctima del aborto están implicados en éste. La píldora abortiva podrá camuflar el aborto, pero no despo­jarlo de su carácter de crimen ni de las graves implicaciones sociales y públicas que todo crimen comporta.
1.    Otro efecto negativo de este procedimiento abortivo más sencillo sería que los médicos y el personal sanitario se sintieran menos seguros de su obligación moral de no cooperar a la realización de ningún aborto. Hay que recordar que la objeción de conciencia seguiría siendo aquí tan necesaria como en el caso del aborto quirúrgico. Aunque la interven­ción facultativa sea mucho menos visible e incluso llegue a reducirse a firmar una receta, seguirá tratándose de una cooperación directa a este crimen, que podría hacer incurrir a quien la prestara en la pena de excomunión.3
2.    Por lo que toca a las implicaciones legales, la regulación del uso de fármacos abortivos iría, sin duda, acompañada de un fraude de ley aún mayor del que ya se viene produciendo en la aplicación de la legislación sobre el aborto. La ejecución más discreta y sencilla del aborto eliminaría muchos de los controles objetivos que la práctica quirúrgica del mismo lleva consigo. De este modo, no sólo resultará aún más fácil recurrir injustificadamente al tercer supuesto de despenalización sin llamar la atención, sino que se tenderá también a hacer caso omiso de todo supuesto legal.

IV. Llamados de nuevo a acoger y respetar a los hijos
1.    La utilización legal de píldoras abortivas supondría un grave paso adelante en la difusión de esa mentalidad abe­rrante que considera un logro higiénico y político el llamado —derecho al aborto“, es decir, a disponer de un modo —segu­ro“ y voluntario de la vida de los hijos que todavía no han nacido. Abre, por tanto, el paso a nuevos crímenes y a una contaminación mayor de nuestro modo de vida por la —cultura abortista“4. Llamamos de nuevo a los católicos y a todos los amantes del ser humano y de la vida a oponerse sin vacilar a esta cultura mortífera.
2.    La actual legislación sobre el aborto es injusta porque deja sin la tutela necesaria la vida de los no nacidos. Si, como algunos grupos políticos pretenden, se llegara a incluir entre los supuestos de despenalización el llamado cuarto su­puesto, el Estado renunciaría prácticamente por completo a su obligación de tutelar la vida de los niños no nacidos. La inmoralidad aún más radical de esa legislación sería evidente. Cuando en 1994 se intentaba también introducir ese cuarto supuesto, advertíamos además de la posible inconstitucionalidad de esa legislación. Recomendamos la lectura de aquella Declaración que ha vuelto de nuevo a ser de triste actualidad.5
3.    —Nuestro rechazo público no va contra las mujeres tentadas de abortar ante las dificultades reales de su vida o mo­vidas por un ambiente cada vez más insensible a lo que el aborto es en realidad“6. Sin restar nada a la gravísima injus­ticia del aborto, la Iglesia comprende a las que ya han recurrido a él, pues —no duda de que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática“7. Pero tenemos que denunciar el crimen y, en particular, a quie­nes lo favorecen por medio de medidas legislativas o administrativas que dejan desprotegida la vida de los inocentes e inducen a los ciudadanos a pensar que el aborto no está tan mal o incluso que es un derecho. La injusta legislación actual debe ser modificada, pero no para hacerla aún más injusta, sino protectora de derechos fundamentales que hoy se están violando impunemente.
4.    Hay que proporcionar a las madres tentadas de abortar los apoyos necesarios para que eviten una acción tan grave contra sus hijos que, además, no va a dejar de causarles a ellas graves problemas y traumas. El uso de píldoras abor­tivas sería un camino equivocado. Las hundiría más en la miseria moral del aborto. Hay que ayudarlas a acoger a sus hijos, no a eliminarlos. Hay que ayudarlas a criarlos y educarlos cuando tengan dificultades económicas o de otro tipo. Y hay que facilitarles dar a sus hijos en adopción cuando lo deseen. Son miles las familias españolas dispuestas a acogerlos con cariño y dedicación, deseo entorpecido no pocas veces por procedimientos legales demasiado comple­jos que hay que agilizar.
5.    Estamos convencidos de que la aceptación social del aborto es uno de los mayores signos de inhumanidad y de decadencia moral de nuestra sociedad. Por eso hemos hablado en diversas ocasiones en contra de este fenómeno tan preocupante 8. No porque tengamos algo contra la verdadera libertad, sino porque estamos contra la injusticia, contra la —ley del más fuerte“, y a favor de la vida de los hombres, que es la gloria de Dios. Quebrantar el mandato divino: —no matarás“ (Ex 20, 13) y contravenir la ley natural que nos pide respetar la vida humana no es en realidad actuar con li­bertad, sino con un gravísimo despotismo sobre los hermanos que esclaviza a quienes así actúan.

Notas finales
1.-Const. Gaudium et spes, 51.
2.-Juan XXIII, Enc. Pacem in terris, 62. Cf. LXV Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, Instr. past. Moral y sociedad democrática, BOCEE 50 (19-IV-1996). Allí se dice que —el que una ley haya sido establecida por ma­yoría o incluso por consenso, no basta para legitimarla. La Iglesia ha defendido siempre que la autoridad necesaria pa­ra legislar y gobernar procede más bien de su ejercicio según la recta razón“ (27).
3.-—Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae“ (CIC 1398)
4.-Juan Pablo II, Enc. Evangelium Vitae, 13.
5.-Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, Declaración Sobre la proyectada nueva —Ley del aborto“ (22-IX-1994), en BOCEE 44 (21-XI-1994) 159-161; en Editorial EDICE, nº 20 y en Ecclesia 2704 (1-X-1994) 1458-1459.
6.-Declaración citada en la nota anterior, nº 3.
7.-Juan Pablo II, Enc. Evangelium Vitae,99.
8 .-Además de la Declaración ya citada de la Comisión Permanente, véase XLII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, Actitudes morales cristianas ante la despenalización del aborto (28-VI-1985), en BOCEE 7 (1985) 137-142 o Ecclesia 2229 (13-VII-1985); Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Fe y moral. Documentos publi­cados de 1974 a 1993, EDICE, Madrid 1993, 7-13 y Comité Episcopal para la Defensa de la Vida, El aborto. 100 cues­tiones y respuestas sobre la defensa de la vida humana y la actitud de los católicos (25-III-1991), en BOCEE 8 (1991) 99-118 o Ecclesia 2524 (20-IV-1991) 604-662 y, como folleto, en diversas ediciones.

lunes, 13 de febrero de 2012

la tentación de la eutanasia, se presenta como uno de los síntomas más alarmantes de la « cultura de la muerte », que avanza sobre todo en las sociedades del bienestar’»Juan Pablo II




Benedicto XVI evoca el testimonio de Juan Pablo II y su llamamiento a científicos y políticos en favor de la «cultura de la vida» sin caer en la tentación de la eutanasia



Benedicto XVI ha hecho hincapié - también este sábado - en el respeto incondicional que merece la vida humana, con especial atención cuando está marcada por la ancianidad y la enfermedad. En su discurso a los participantes en la Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, dedicada a los enfermos ancianos, el Papa ha recordado la actualidad de este tema «que debido al aumento de la edad media, interesa a una población cada vez más numerosa, que tiene múltiples necesidades y, al mismo tiempo, indudables recursos humanos y espirituales».

Ante quienes se preguntan si tiene sentido la existencia de un ser humano anciano y enfermo; si ante el desafío dramático de la enfermedad, no se debería aceptar la eutanasia ‘como liberación’ y si es posible vivir la enfermedad como una experiencia humana que hay que asumir con paciencia y valentía, el Papa ha reiterado con firmeza el respeto de la dignidad humana y el amor concreto con el que se debe aliviar el sufrimiento:

«La mentalidad eficientista de hoy tiende a menudo a marginar a estos nuestros hermanos y hermanas que sufren, como si fueran un ‘peso’ y ‘un problema’ para la sociedad. Sin embargo, el que tiene el sentido de la dignidad humana sabe que ellos deben ser respetados y sostenidos mientras afrontan serias dificultades ligadas a su estado. Aún más, es justo que, cuando es necesario se acuda al empleo de cuidados paliativos, que si bien no logren curar pueden aliviar los sufrimientos que derivan de la enfermedad. Además, junto con los indispensables cuidados clínicos, hay que mostrar una concreta capacidad de amar, porque los enfermos necesitan comprensión, consuelo y constante aliento y acompañamiento».

Tras recordar que los cristianos sabemos que la muerte es el «tránsito hacia el abrazo del Padre celestial, lleno de ternura y de misericordia» y la importancia de la familia y de los Sacramentos para arropar a los ancianos, aún más cuando están enfermos, Benedicto XVI ha evocado el testimonio de Juan Pablo II: «En numerosas ocasiones, mi venerado predecesor Juan Pablo II, que en especial durante su enfermedad ofreció un ejemplar testimonio de fe y de valentía, exhortó a los científicos y a los médicos a esmerarse en la investigación para prevenir y curar las enfermedades enlazadas con el envejecimiento, sin ceder nunca ante la tentación de acudir a prácticas que abrevian la vida anciana y enferma, prácticas que de hecho serían formas de eutanasia. Que no olviden los científicos, los investigadores, los médicos, los enfermeros, así como los políticos, los administradores y los agentes pastorales que ‘la tentación de la eutanasia, se presenta como uno de los síntomas más alarmantes de la « cultura de la muerte », que avanza sobre todo en las sociedades del bienestar’».

Además de los agentes sanitarios - que tienen la misión específica de ser ‘ministros de la vida en todas sus fases - todos estamos llamados a custodiar la vida humana, don de Dios: «Es necesario un compromiso general para que la vida humana sea respetada no sólo en los hospitales católicos, sino en todo lugar donde se ofrecen cuidados médicos. Para los cristianos, es la fe en Cristo la que ilumina la enfermedad y la condición de la persona anciana, como cualquier otro evento y fase de la existencia. Jesús muriendo en la cruz ha dado al sufrimiento humano un valor y un significado trascendentes. Ante el sufrimiento y la enfermedad los creyentes están invitados a no perder la serenidad, porque nada, ni siquiera la muerte, puede separarnos del amor de Cristo. En Él y con Él es posible afrontar y superar toda prueba física y espiritual y, justo en el momento de mayor debilidad, experimentar los frutos de la Redención. El Señor resucitado se manifiesta en cuantos creen en Él, como el viviente que transforma la existencia dando sentido salvífico también a la enfermedad y a la muerte».

Invocando sobre los participantes en esta Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios y sobre su trabajo cotidiano la maternal protección de María, Salus infirmorum, y de los Santos que han entregado su existencia al servicio de los enfermos, Benedicto XVI los ha exhortado a esmerarse siempre para difundir el ‘evangelio de la vida’.

miércoles, 8 de febrero de 2012

En Roma Cementerio para niños que no nacieron por interrupción del embarazo

El Jardín de los Ángeles, así se llama el nuevo espacio que el Ayunta­miento de Roma ha crea­do en el cementerio Laurentino. Un área de 600 metros cuadrados que está dedicada a acoger las tumbas de los niños que nunca nacieron a causa de la interrupción del embarazo. El proyecto está pro­movido por la consejería de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Roma y por la empresa Ama, que se dedica a la recogida de residuos en los hospita­les. La iniciativa tiene como finalidad ofrecer una sepultura a los fetos de abortos espontáneos o terapéuticos que no nacieron y que de otra manera serían considera­dos desperdicios para arrojar en los vertederos de los hospitales (La Gaceta, 16-I-2012).

Control poblacional? El aumento de la población visto como un problema que el hombre debe controlar, a la manera de una providencia laica

¿Es el aumento de población necesariamente un problema?

         Así titula Science (333; 544-546, 2011) un interesante artículo firmado por David Malakoff, en el que se sugiera  que el crecimiento de la población puede tener objetivos beneficios medioambientales y económicos.
         En 1937, un informe de la Corona alertaba sobre los peligros de un incipiente asentamiento a 50 kilómetros al sur de Nairobi, la Reserva "Machakos", en el que se anunciaban terribles consecuencias medioambientales y sociales, cuando la población del suburbio se acercase  a los 250.000 habitantes.
         Hoy viven en Machakos más de 1,5 millones de personas, y más que un ejemplo de los peligros que puede suponer la superpoblación, para algunos expertos Machakos ha llegado a ser un símbolo de algo muy distinto, que el crecimiento poblacional puede no ser la causa de desastres incontrolables, sino que incluso puede proporcionar beneficios, pues al contrario  que en Nairobi, las condiciones de vida de Machakos mejoran progresivamente. Este positivo desarrollo es acorde con la opinión de Michael  Martimore, un experto inglés, que en su libro "More People, Less Erosion", publicado en 1944 manifestaba: "Para mucha gente demasiada población es un problema, sin embargo, lo que sucede en Macakos cambia esta pesimista perspectiva".
         Y Macakos no es el único ejemplo. En otras regiones económicamente muy deprimidas, los investigadores comprueban que cuando la población crece, incluso explosivamente, se observan algunas tendencias inesperadas, tales como aumento de arbolado, granjas más productivas y rentables económicamente y mejoras para los que en ella viven, lo que parece demostrar que solamente el crecimiento poblacional no es causa inequívoca de problemas sociales y económicos, sino que lo es el resultado de un complejo entramado de problemas culturales, socioeconómicos y biológicos. Aunque también  es cierto que algunos expertos se preguntan si el "milagro Machakos" se podría repetir en cualquier otro lugar, pues es arriesgado generalizar este éxito puntual.
         Sin embargo, muchos de ellos arguyeron que a más población más trabajo, más innovación tecnológica y mayor crecimiento económico y ponen como ejemplo a algunas naciones, que teniendo una de las mayores densidades de población , como Singapur y Holanda, tienen también  unas de las economías mundiales más boyantes.
         Cita el artículo que estamos comentando que el crecimiento poblacional en Áreas de África y Latinoamérica, no conlleva siempre problemas de mayor pobreza, sino todo lo contrario.
         Desde mi perspectiva personal, al reflexionar sobre estos problemas poblacionales, siempre he defendido, de acuerdo con el artículo aquí comentado, que en sí mismo el crecimiento poblacional no es causa ineludible de aparición de nuevos problemas económicos o sociales, que mas bien ello es consecuencia de problemas de injusta distribución de la riqueza, de actitudes políticas poco honestas y de escasa cooperación social, todo ello fundamentado en una falta de educación. A mi juicio este es el aspecto básico para solucionar los hipotétics problemas creados por el crecimiento demográfico, elevar el nivel educacional de la población, pues con reiteración he afirmado que un individuo educado, siempre produce más que consume. Es decir, no nos parece que el crecimiento de la población sea un problema, el problema es que esa población pueda adquirir un nivel educacional adecuado.

El médico ante el final de la vida, su misión

El médico ante el final de la vida.

         A mis colegas quisiera pe­dirles lectura atenta de nuestro nuevo Código de Deontología Médica, que es una (la) Guía de Ética que la profesión se ha dado (apro­bado en la Asamblea Gene­ral del Consejo de Colegios Médicos el pasado julio) pa­ra ejercer la medicina; y la Guía de Sedación Paliativa (aprobada en la Asamblea General en octubre), para así tener las coordenadas que nos hagan entender, asumir y conocer cuál debe ser nuestra buena praxis an­te el final de la vida de nues­tros pacientes.
         No hay muerte digna, la muerte es muerte. Sí debe­mos hacer una vida digna y si deberemos ocuparnos de dignificar los últimos mo­mentos de la vida.
         El médico tiene el deber de intentar la curación o mejoría del paciente siem­pre que sea posible. Cuando ya no lo sea, permanece la obligación de aplicar las me­didas adecuadas para conse­guir su bienestar, aun cuan­do de ello pudiera derivarse un acortamiento de la vida (art.36-1.CDM).
         Venimos a definir los cui­dados paliativos como el conjunto de intervenciones dirigidas, desde un enfoque integral, a la promoción de la calidad de vida de los pa­cientes y sus familias, afron­tando los problemas asocia­dos con una enfermedad terminal (enfermedad incu­rable, avanzada e irreversi­ble, con un pronóstico de vi­da limitado a semanas o me­ses) mediante la prevención y el alivio del sufrimiento, así como la identificación, valoración y tratamiento del dolor, y otros síntomas físi­cos y psicosociales.
         El médico no deberá em­prender o continuar accio­nes diagnósticas o terapéuti­cas sin esperanza de beneficios para el enfermo, inúti­les u obstinados. Ha de te­ner en cuenta la voluntad explícita del paciente a rechazar dicho tratamiento para prolongar su vida (art. 36.2). El médico nunca pro­vocará intencionadamente la muerte de ningún pacien­te, ni siquiera en caso de pe­tición expresa por parte de éste (art. 36.3).
         El médico está obligado a atender las peticiones del paciente reflejadas en el do­cumento de voluntades anti­cipadas, a no ser que vayan contra la buena práctica mé­dica (art. 36.4). La sedación en la agonía es científica y éticamente correcta sólo cuando existen síntomas re­fractarios a los recursos tera­péuticos disponibles y se dispone del consentimiento del paciente implícito, explí­cito o delegado (art. 36.5).
         La situación de agonía es la que precede a la muerte cuando ésta se produce de manera gradual, y en la que existe deterioro físico inten­so, debilidad extrema, alta frecuencia de trastornos cognitivos y de la conciencia, dificultad de relación e ingesta y pronóstico de vida limitado a horas o días. La sedación paliativa en la ago­nía es la que se utiliza cuan­do el enfermo se encuentra en sus últimos días u horas de vida para aliviar un sufri­miento intenso. La sedación paliativa es la disminución deliberada del nivel de con­ciencia del enfermo me­diante la administración de fármacos apropiados con el objetivo de evitar un sufri­miento intenso causado por uno o más síntomas refrac­tarios. La sedación no se de­be instaurar para aliviar la
pena de los familiares o la carga laboral y la angustia de las personas que atienden al enfermo, ni como "eutana­sia lenta" o "eutanasia encu­bierta". Existe una clara y re­levante diferencia entre se­dación paliativa y eutanasia si se observa desde la Ética y la Deontología Médica. La frontera entre ambas se en­cuentra en la intención, en el procedimiento empleado y en el resultado. En la seda­ción se busca disminuir el nivel de conciencia, con la dosis mínima de fármacos, para evitar que el paciente perciba el síntoma refracta­rio. En la eutanasia se busca deliberadamente la muerte anticipada tras la adminis­tración de fármacos en dosis letales, para terminar con el sufrimiento del paciente. Los médicos estamos obliga­dos a ayudar durante toda la vida a nuestros pacientes, hasta su muerte (Pedro Hidalgo, presidente del Colegio  de Médicos de Badajoz. MEDBA, Revista Del colegio de médicos de Badajoz.)

Lo que los medios no consideran noticia



Sierra de Perú - Prelatura de Yauyos
A decenas de kilómetros, de senderos transitable por vehículos, un camino estrecho entre abismos es el vínculo que comunica con pequeñas poblaciones, que solo una vez al año, reciben estos misioneros con alegría y fiestas porque traen el Evangelio, la formación y el consuelo cristiano.

lunes, 6 de febrero de 2012

Príncipe de Liechstenstein contrario a despenalizar el aborto

El príncipe heredero de Liechtenstein contrario a la legalización del aborto en su país.

         El aborto es ilegal en todos los casos en el Principado de Liechtenstein, uno de los pocos países europeos que mantienen la prohibición en la mayoría de los supuestos, junto con Irlanda, Malta y Polonia. Una minoría intenta despenalizarlo hasta la duodécima semana de embarazo, pero tras fracasar en el Parlamento, ha llevado su iniciativa a un referéndum que se celebrará el 18 de septiembre.
          La legislación actual prevé penas de hasta un año de cárcel por los atentados contra la vida del feto. Esto se aplica tanto a los abortos que se realicen en el país como para los cometidos por ciudadanos de Liechtenstein en el extranjero.
         El pasado mes de junio se presentó una propuesta para legalizar el aborto. El Landtag o Parlamento del pequeño país centroeuropeo rechazó el proyecto de ley por abrumadora mayoría. Sólo 7 de los 42 parlamentarios votaron a favor.
         La respuesta de los abortistas no se hizo esperar, porque creen que la casi unanimidad registrada en el Parlamento no se corresponde con la verdadera opinión del pueblo. Según ellos, en torno a cincuenta mujeres se ven obligadas cada año a viajar a clínicas extranjeras para someterse al aborto. Los partidarios de la legalización han reunido las 1000 firmas necesarias que la Constitución exige para llevar una ley a referéndum: no muchas, si bien hay que tener en cuenta que Liechtenstein cuenta poco más de 35.000 habitantes.
         En Vaduz, el pasado 15 de agosto, fiesta nacional, el príncipe heredero Alois von Liechtenstein, de 43 años y católico, anunció públicamente su oposición a la despenalización del aborto, independientemente del resultado del referéndum. Destacó entre las razones de su postura "la problemática de los abortos de niños discapacitados", que son eliminados en gran número en los países donde el aborto es legal.
         Si la iniciativa fuera aprobada, el heredero se opondría a que se ratificara como ley, dando a entender que su padre, el soberano de la nación, se negará a firmar. Sin la firma del príncipe Hans Adam II, la legislación propuesta no puede entrar en vigor en Liechtenstein. Aunque Alois no es formalmente jefe del Estado, cargo que desempeña su padre, éste le traspasó las competencias correspondientes, entre ellas la de sancionar las leyes (Fernando Cellán Otero. Aceprensa, 29- VIII-2011).

miércoles, 1 de febrero de 2012

Fiasco de investigación células madre embrionarias Geron en USA invierte millones destruye emobriones y cancela proyecto

El fiasco de las células madre embrionarias.

         Durante años, la compa­ñía Geron había afirmado estar a la vanguardia de las empresas de California dedi­cadas a la investigación con células madre. Así que fue una sorpresa cuando anun­ció el 14 de noviembre que tiraba la toalla. Sus acciones cayeron un 20 por ciento al día siguiente, pero eso no fue nada comparado con có­mo debieron decaer los áni­mos en la agencia de Cali­fornia de Células Madre -el Instituto de Medicina Regenerativa (CIRM)-, que unos meses antes había concedi­do a Geron un préstamo de 25 millones de dólares para financiar el primer ensayo humano con células madre para lesiones medulares.
         Desde este anuncio, la agen­cia se ha dedicado a tranqui­lizar a los que confiaban en Geron: tales problemas téc­nicos ocurren cuando se es­tá en la vanguardia de la ciencia. Jonathan Thomas, presidente del CIRM, dice que "nos mantenemos fir­mes en nuestro compromiso científico". La aprobación del préstamo en mayo pasa­do había estado precedida por lo que la agencia califica de "robusta" revisión del proyecto. Pero Geron ya ha­bía interrumpido un ensayo clínico que solamente había incluido cuatro pacientes.
         Así que estamos hablando de meses de esfuerzo des­perdiciado por los investiga­dores de CIRM y Geron, de decepción para los pacientes y, posiblemente, de un im­portante revés para el cam­po de las células madre em­brionarias. Thomas señala que Geron tomó su decisión por motivos financieros, no a causa de retrocesos cientí­ficos. Sin embargo, para una empresa de I+D las conside­raciones financieras siempre incluyen juicios científicos, y Geron debió de concluir que las perspectivas de be­neficios de las terapias con células madre se alejaban.
        
El fiasco de Geron pone de relieve viejas y nuevas cuestiones acerca del futuro del CIRM, que se prepara pa­ra pedir a los votantes de California más millones de dólares para complementar su original emisión de 3.000 millones de bonos autoriza­dos por los votantes en 2004.
         Al CIRM le gusta compa­rarse con una agencia biomédica federal, pero es dife­rente a los NIH, por ejem­plo. Las responsabilidades de los NIH son lo suficiente­mente amplias como para que hagan juicios desintere­sados sobre los programas y enfoques científicos. El CIRM, sin embargo, fue di­señado desde el principio para centrarse en el estrecho campo de la investiga­ción con células madre.
         Hay evidencias de que el CIRM, ansioso de mostrar sus progresos, restó impor­tancia a preguntas legítimas sobre la situación de Geron y el diseño de sus ensayos. Tal ansiedad surgió de la campaña de la Proposición 71, que inundó a los votan­tes de California con prome­sas exageradas de curas para enfermedades como Alzheimer, Parkinson, diabetes y parálisis medular.
         El año pasado Geron ob­tuvo la aprobación de la FDA estadounidense para empezar a inyectar a lesio­nados medulares células embrionarias. Algunos in­vestigadores cuestionaron el diseño de su ensayo clínico, e incluso si la lesión medu­lar era el mejor campo para las primeras pruebas de te­rapias con células madre embrionarias en humanos.
         CIRM no dio a conocer de antemano que Geron era el solicitante del préstamo, ni que su propio panel de re­visión científica había otor­gado una calificación cientí­fica de tan sólo 66 sobre l00 al ensayo de Geron.
         Habría que preguntarse si Geron era el socio adecuado para CIRM. La empresa nunca ha registrado benefi­cios desde su fundación en 1990. Eso no es inusual en­tre este tipo de empresas, pero Geron también ha teni­do agitación interna. Su di­rector desde hace mucho, Thomas Okarma, entusiasta de la investigación con célu­las madre, dejó el cargo en febrero. El nuevo consejero delegado, John Scariett, no llegó hasta finales de sep­tiembre; seis semanas des­pués desenchufó los progra­mas de Geron con células madre y redirigió la investi­gación al cáncer. (Los Angeles Times, 7-XII-2011. Traducido por DM y publicado el 20-XII-2011).